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Médicos y enfermeros plantan cara al “desmantelamiento” de la sanidad

Los profesionales presentan un estudio con 85 propuestas concretas de ahorro Critican que los recortes están dejando el sistema en situación “muy grave”

Elena G. Sevillano
Juan José Rodríguez y Máximo González.
Juan José Rodríguez y Máximo González.Chema Moya (EFE)

Los recortes en sanidad están amenazando el futuro del sistema nacional de salud y el riesgo de “desmantelamiento” es cada vez más evidente. Así lo creen los consejos generales de los colegios oficiales de médicos y enfermeros, un colectivo que suma 500.000 profesionales sanitarios y cuyos máximos responsables comparecieron juntos este jueves para dar un toque de atención a las Administraciones. “La crisis ha sacado las vergüenzas del sistema”, aseguró el presidente de los enfermeros, Máximo González Jurado. El representante de los médicos, Juan José Rodríguez Sendín, denunció que la gestión sanitaria está politizada y necesita contar con los profesionales para acometer las reformas necesarias. La solución no es “cargarse” el sistema ni mantenerlo por encima de sus posibilidades, aseguraron. “La situación es muy grave”, coincidieron.

Los recortes de la crisis

Los presupuestos de las comunidades autónomas son los testigos más fiables de los recortes sanitarios. El gasto en salud ha caído un 10,6% en tres años, entre 2010 y 2013. En cifras absolutas, el dinero que dedican las cuentas autonómicas a sostener el sistema sanitario público ha perdido nada menos que 6.700 millones desde 2010.

Bajo el paraguas de la "racionalización", los servicios de salud autonómicos han emprendido diversas acciones: reducen personal sanitario, recortan servicios, cambian guardias de médicos presenciales por localizadas (solo acuden si se les llama ante una urgencia), que son más baratas, se compra material de peor calidad... El verano pasado, Extremadura redujo el horario de todos los centros de salud, que solo abren hasta las 15.00. Lo mismo hizo Cantabria en 29 de sus 42 ambulatorios. Administraciones como la de Castilla-La Mancha o Murcia han cambiado algunas guardias presenciales por localizadas, que se pagan al 50%.

Los recortes en personal sanitario se traducen, lógicamente, en un aumento de las listas de espera quirúrgicas. El documento Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2011, que el Ministerio de Sanidad ha hecho público hace unos días, recoge (en gráficos, no proporciona datos) un aumento tanto del número de pacientes en lista por 1.000 habitantes, como del tiempo de espera entre 2010 y 2011. El Sistema de Información de Listas de Espera del SNS mostró un aumento del 17% solo en un año, entre finales de 2010 (382.072 pacientes en lista) y finales de 2011 (459.885).

La necesidad de ajustes que ha supuesto la crisis también se ha evidenciado en la entrada en vigor del copago farmacéutico. El año pasado se acabaron los fármacos gratis para los pensionistas. El resto de ciudadanos también pagan más ahora, en función de su renta. A ello se sumó el cobro de un euro por receta, iniciado en dos comunidades, Cataluña y Madrid; y en los dos casos paralizado por el Tribunal Constitucional al poco tiempo de empezar.

Los profesionales, hasta ahora cautos en sus críticas a los gestores políticos, han endurecido su discurso, y lo hacen respaldados por un “macroestudio” en el que durante siete meses han participado 80 expertos, 4.508 médicos, 2.724 enfermeros y 2.000 ciudadanos titulado La alternativa de los médicos y enfermeros para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Se trata de 85 propuestas concretas con las que, calculan, se puede ahorrar hasta un 30%. Entre otras cosas, proponen crear, mediante ley orgánica, una Agencia del Sistema Nacional de Salud con capacidad ejecutiva, es decir, que obligue a las comunidades a adoptar decisiones comunes. Algo que, aseguran, no puede hacer un Ministerio de Sanidad carente de competencias.

“El estudio demuestra que existe una alternativa racional y ejecutable para que el sistema mantenga los estándares de calidad actuales sin que haya que desmantelarlo”, asegura el director de la investigación, José María San Segundo. “Nuestros expertos dicen, por ejemplo, que se puede ahorrar el 30% en las compras del sistema. Pero ninguna comunidad quiere ceder. Para salvar el sistema hay que reducir las cuotas de poder en beneficio de los pacientes. No puede ser que una prótesis cueste tres veces más en un hospital que en otro”, señala.

Uno de los expertos participantes en el estudio, el catedrático de Farmacología de la Universidad Complutense Juan Vicente Beneit, destaca que la gran fortaleza del sistema sanitario español son sus profesionales. “Suponen el mayor activo, y el sistema actual los está desmotivando”, advierte. “Es un bien que hemos logrado entre todos, independientemente de partidos y de ideas. Hay que gestionarlo mejor, pero nunca a expensas de los profesionales, sino integrándolos en la gestión”.

"Los profesionales del medio sanitario lanzan una señal a los responsables de mayor nivel en la toma de decisiones para que cuenten con su colaboración", valora Juan Oliva, presidente de la Asociación de Economía de la Salud y profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha. "Como decía un sabio profesor 'cualquier medida en el ámbito sanitario que no cuente con el respaldo de los profesionales está condenada al fracaso', señala, y añade que "un buen número de las medidas propuestas son sensatas y abordables". "Quizás el elemento con el que la Asociación de Economía de la Salud se mostraría más de acuerdo es la idea de que debe financiarse selectivamente solo aquellas tecnologías, servicios, programas, políticas que añadan valor. En economía diríamos solo aquellas cuyo valor social supere a su coste (social)", explica Oliva.

Muchas de las medidas que proponen médicos y enfermeros son viejas reivindicaciones de los profesionales. El Ministerio de Sanidad asegura que algunas ya las ha puesto en marcha y que está dispuesto a estudiar el resto.

» Central de compras. Es la medida que más puede hacer ahorrar al sistema, casi un 30%, según el estudio. Años de propuestas y anuncios de Gobiernos de uno y otro partido político cristalizaron, aunque de forma aún embrionaria, en diciembre pasado. Sanidad lanzó la primera compra centralizada de fármacos: dos medicamentos y tres productos sanitarios. El ahorro previsto, 80 millones; apenas una gota en el mar de más de 10.000 millones en gasto farmacéutico. Adherirse a la central es voluntario; hay comunidades que no lo han hecho.

» Receta electrónica única. Ahorro estimado, 23,3%. Las comunidades que ya la han implantado (Andalucía, Cataluña, Extremadura...) han visto cómo se reduce la carga burocrática de sus médicos y las visitas de los pacientes. Otras autonomías, como Madrid, llevan desde 2007 con experiencias piloto que no acaban de llegar a buen puerto. Los últimos datos del Ministerio de Sanidad, de 2011, indican que seis comunidades ya tienen implantada la receta electrónica, en cinco está en extensión y otras seis aún estaban iniciando el proyecto piloto.

» Cobro de las prestaciones sanitarias a extranjeros y a terceros. El Tribunal de Cuentas hizo público el año pasado un informe en el que describía el uso abusivo “deliberado” del sistema sanitario español por parte de extranjeros. No se refería a los inmigrantes en situación irregular, sino a los llamados turistas sanitarios. El informe constataba, por ejemplo, que no se facturaban todas las asistencias o los fármacos dispensados, lo que suponía un “importante perjuicio económico”.

» Política agresiva en materia de medicamentos genéricos. El mes pasado, el Parlamento Europeo pidió a los Estados miembros que aceleren sus sistemas de acceso a los medicamentos genéricos. Se trata de productos con el mismo principio activo que los fármacos originales que se comercializan cuando la patente ha expirado. Son un 40% más baratos. En España, su cuota de mercado supone un 35% del total.

» Agencia única de calidad, alta inspección y acreditación. Supondría la supresión de las 17 agencias regionales. También se propone armonizar las competencias sanitarias de las Administraciones locales para evitar duplicidades y solapamientos.

» Eliminación por ley de las peonadas. Así es como se conoce en jerga hospitalaria la jornada extraordinaria de tarde, generalmente dedicada a aligerar las listas de espera quirúrgicas. Se paga como horas extra y, por tanto, es más cara. Madrid es una de las comunidades que ha suprimido este año las peonadas. Sin embargo, colectivos profesionales denuncian que en su lugar se han intensificado las derivaciones de pacientes a clínicas concertadas.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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