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Los antiguos Erasmus tienen un 23% menos de desempleo

Bruselas atribuye mejores perspectivas laborales a los europeos que han disfrutado la beca

Las becas Erasmus favorecen la inserción laboral de los europeos. La Comisión Europea ha presentado esta mañana un estudio sobre el impacto de estas becas, una de las principales señas de identidad de la Unión Europea, en el futuro laboral y personal de quienes las disfrutan. Los alumnos Erasmus tienen un 23% menos de tasa de paro cinco años después de graduarse y sus probabilidades de sufrir desempleo de larga duración (superior a 12 meses) representan la mitad que en el resto de los estudiantes.

El trabajo, basado en casi 80.000 respuestas y con entrevistas directas a alumnos, profesores y empresarios en ocho países europeos -entre ellos España-, arroja los primeros datos concretos sobre los beneficios de este programa. “El mensaje es claro: si estudias o te formas en el extranjero, tienes más probabilidades de mejorar tus perspectivas de empleo", ha explicado la comisaria europea de Educación, Androulla Vassiliou, que lleva cada año al 5% de los europeos a estudiar fuera de su país (más de 250.000 en el curso 2011-2012).

En un contexto de fuerte desempleo y falta de perspectivas laborales en muchos países miembros, Bruselas ha querido destacar las ventajas laborales para sus usuarios. Más allá del mayor nivel de ocupación, la calidad también suma. Un 77% de los encuestados declaran, 10 años después de finalizar sus estudios, que desempeñan una labor de directivo alto o medio (aunque, curiosamente, en la cúpula de las empresas la situación es diferente: solo un 6% de los Erasmus aseguran contar con un puesto de presidente o consejero delegado, frente al 10% entre quienes no salieron al extranjero).

Estudiar fuera abre la veda a desarrollar al menos una parte de la vida profesional en el extranjero. El 85% de los estudiantes considera esa experiencia laboral en otro país como uno de los motivos para solicitar una Erasmus. Ese deseo se hace realidad en un 40% de los casos, según el estudio, que cifra en ese porcentaje el número de Erasmus que se muda de país al menos una vez desde su graduación. Entre los alumnos que no disfrutaron esas becas, el porcentaje basa al 23%.

Aunque la cuantía de las becas Erasmus obliga al estudiante a buscar otros ingresos para sobrevivir, la Comisión Europea ha querido subrayar que los beneficiarios no proceden solo de familias favorecidas. El 46% de los estudiantes provienen de un entorno sin estudios superiores, un porcentaje en todo caso inferior al de los jóvenes que se quedan en sus países de origen.

Con estos datos sobre la mesa, la comisaria de Educación ha aprovechado para pedir a los ministros europeos del ramo que no recorten los presupuestos. “Les escribí hace dos meses a todos para recordárselo”, ha asegurado Androulla Vassiliou ante los periodistas.

Un 40% más de presupuesto

Cuatro millones de personas podrán beneficiarse en siete años del nuevo programa Erasmus+, que incluye prácticas laborales, formación profesional y experiencia deportiva, según cálculos de la Comisión Europea. Hasta 2020, los estudiantes europeos que decidan irse a estudiar o a practicar en el extranjero obtendrán nuevas ayudas durante su estancia. El proyecto contará con un aumento del 40% en su presupuesto, lo que supondrá un total de 14.700 millones de euros, a los que se le añaden 1.680 más para financiar las acciones con terceros países fuera de la UE.

Esta iniciativa presenta algunos cambios respecto a la vigente hasta 2014. Según han expuesto fuentes institucionales, Erasmus+ financiará “asociaciones transnacionales entre instituciones y organizaciones de formación” para establecer cooperaciones entre el ámbito de la educación y el mundo laboral. Además, también incluirá ayudas al deporte, que permitan apoyar proyectos y reducir problemas como “el amaño de partidos, el dopaje, la violencia o el racismo”, han añadido. Es la primera vez que este sector podrá beneficiarse del programa Erasmus. La Comisión Europea confía en que el proyecto fomente el vínculo entre educación, formación, juventud y deporte para los próximos siete años.

De hecho, el curso 2012-2013 ha sido -hasta hoy- el que ha visto más jóvenes Erasmus. Un total de 268.143 estudiantes se beneficiaron de dicha beca durante el pasado ejercicio en toda Europa. Las cifras han aumentado progresivamente desde que se inauguró el programa, en 1987. España es, por excelencia, el destino favorito para los jóvenes europeos, con más de 40.000 alumnos que decidieron hacer un intercambio universitario durante el pasado curso. Además, es también el país que más estudiantes tiene el extranjero, con 39.249 personas el curso pasado, un 1% menos que en el año 2011-2012.

Un millón de bebés Erasmus

Las becas Erasmus trascienden el ámbito académico y laboral de sus beneficiarios. El 27% de los estudiantes conoce a su pareja mientras estudia en el extranjero, según se desprende de las respuestas de los alumnos en la encuesta sobre el programa Erasmus. Con estos datos, la Comisión Europea estima que desde 1987, año en que se inició este programa, han nacido un millón de niños de parejas Erasmus.

El impacto de esa experiencia es aun mayor al analizar las posibilidades de emparejarse con alguien de diferente nacionalidad. El 33% de los encuestados aseguran tener una pareja estable de un país diferente al suyo, frente al 13% de quienes no disfrutaron una beca Erasmus. Un efecto inducido de esa experiencia que Bruselas considera valor intangible de la integración europea.

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