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“Solo existe el hoy. Los nómadas no vemos el futuro”

El director de cine estrenará en la cadena francoalemana Arte su documental "Indignados"

Tony Gatlif ha participado en el Festival de Música Sacra de Fez.
Tony Gatlif ha participado en el Festival de Música Sacra de Fez.AGATA FORNOS

Tony Gatlif (Argel, 1948) es un hombre afable, de carcajada contagiosa y sonrisa respondona. Este afamado director de cine de porte elegante ha viajado a Fez (Marruecos) para preparar la ceremonia de inauguración del Festival de Música Sacra que se celebra hasta hoy, un lugar para sonidos vinculados a distintas religiones. Un acto en el que él prefiere reservar “espacio para la creación, no para el creador, que tiene que dar un paso atrás, ser un servidor de la música”. Esto lo dice mientras se sienta en una silla de plástico en los jardines de un hotel colmado de músicos, técnicos y conferenciantes, que no paran de saludarle y de mostrarle su adoración. Respeto que no nace solo por películas como Gadjo dilo, Vengo o Swing y sus premios, si no por su activismo, por su defensa de las minorías. Gatlif sabe de qué habla. Nacido en Argel y de etnia gitana, inmigrante en Francia y pasándolas canutas hasta chocar de bruces con el cine. No es de extrañar que suelte máximas epicúreas como que “solo existe el hoy, no existe el mañana, disfruta ahora”, dice mientras recibe con alegría una botella de agua muy fría. “Soy de un pueblo nómada, no podemos pensar en el futuro”, remata.

Bebe el agua como si le fuera la vida en ello. Gatlif es impetuoso. Está pendiente de que se estrene en la cadena francoalemana Arte su documental Indignados. Con este elocuente título, el cineasta insiste en que solo quiere “mostrar lo que ha pasado en España”. “No hago ninguna teoría”, concreta. La inspiración de Gatlif para hacer el show de Fez —basado en el poeta persa Omar Khayyam— la encontró en Sevilla. Buen conocedor de España, y de Andalucía concretamente, el cineasta y actor francoargelino denuncia que “hay pueblos de Huelva en los que la mayor parte de la gente vive en la pobreza, con un paro exagerado”. “No tiene sentido”. Por todo ello, Gatlif dice que “es normal que el pueblo se rebele contra el que le agrede, solo responde”. En este caso, “es un sistema anticiudadano que agrede al pueblo, no le sirve”, razona.

“La cultura no puede vivir una crisis por dinero, no hay crisis de creatividad, hay crisis de la industria”

Con sus ojos intensos advierte de que “si Grecia sale de la Unión Europa será una catástrofe a todos los niveles”. Mientras sacia otra vez su sed augura también una crisis cultural, de identidad en el continente. ¿La cultura se lleva la peor parte de la crisis? Responde que no, un tanto enojado. Vehemente, Tony Gatlif conviene en que “es verdad que la música, el teatro, la danza o el cine están viviendo una fuerte crisis, pero es una crisis industrial”. Remacha: “La cultura no puede vivir una crisis por dinero, no hay crisis de creatividad, hay crisis de la industria”.

“Sé que España está viviendo una crisis muy fuerte”, dice Gatlif y añade con una sonora carcajada: “Pero hay que salir adelante”. Pregunta si puede mandar un saludo a sus amigos de La Carbonería de Sevilla a la vez que confiesa que no para quieto. ¿El precio de ser popular? “Popular siempre, jamás populista”, indica este hombre que no duda en aceptar el adjetivo de “comprometido”. Una novedad: Gatlif está montando una película sobre la rumba catalana, sobre “la inexistente frontera” que hay entre el sur de Francia y el norte peninsular. Termina la entrevista de un trago y pregunta por bandas catalanas. Que tiemble Sabor de Gràcia.

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