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“La historia de un país no cambia en 10 años sino en 40”

Este jesuita educa a adultos de todo el mundo a través de la radio desde hace 48 años

Elisa Silió
Lucas López, director de radio ECCA.
Lucas López, director de radio ECCA.Samuel Sánchez

El jesuita Lucas López tiene 34.500 alumnos. No los atiende en un aulario, sino a través de las ondas de Radio ECCA, que forma a adultos en conocimientos básicos y cursos especializados desde 1965. Trabajar para los demás siempre ha sido la vida de López, como la de otros dos hermanos en la orden. Dedicó años de su vida a los barrios más deprimidos de Almería y tras colaborar en Revista Acción —un espacio de reflexión— en Paraguay, le entró el gusanillo del periodismo. Hoy dirige Radio ECCA, que recibió el jueves el Premio Especial de la Academia de las Artes y las Ciencias Radiofónicas. Hiperactivo, no se conforma con gestionar y se pone frente a los micrófonos: presenta tres programas, un matinal, uno de entrevistas, de madrugada, y los fines de semana un debate a la hora en que en los diales no hay otra cosa que fútbol.

La cita es en un restaurante africano, del que es partícipe la fundación jesuita San Juan del Castillo junto a un grupo de africanos que cocinan o sirven carne de gacela y cebra. “Si pongo la punta de un compás sobre Tenerife o Las Palmas, lo llevo hasta Barcelona y trazo un círculo, dentro está la mayor bolsa de pobreza del mundo”, razona López. Por eso no puede dejar de “mirar a África occidental” donde está el 9% de sus estudiantes.

La emisora, que surgió de la mano del jesuita Francisco Villén Lucena y un grupo de maestros, se sirve de las nuevas tecnologías (el 70% se descarga podcast) pero sigue fiel a sus inicios. “Audios de 30 minutos, material de seguimiento y tutoría. Con eso queremos llegar a la gente con más necesidades educativas, que suele coincidir con la que tiene más necesidades económicas”, cuenta este religioso nacido en La Palma en 1962. “Hemos sido la actividad más vertebradora de la sociedad canaria de las últimas décadas”, presume. Hoy le apena que miles de niños canarios tengan que desayunar en el colegio y llevarse incluso la cena a casa en una bolsa.

La emisora se sirve de las nuevas tecnologías (el 70% se descarga podcast) pero sigue fiel a sus inicios

“Pero yo soy de una generación a la que daban leche en polvo en la escuela para garantizar que teníamos una buena alimentación”, recuerda mientras contesta a peticiones de entrevistas desde todas las islas para festejar el premio. No imagina ser una emisora comercial para vencer a la crisis. “No está en nuestros estatutos y las radios nos ven como un instrumento educativo, no como competencia. Cuelgan en sus páginas nuestros avisos cuando buscamos alumnos”. Lo que lamenta es que en un concurso de frecuencias una radio sin ánimo de lucro no tenga posibilidades de lograr una. 

Encontrar empleo a los más desfavorecidos es casi una obsesión. “La crisis hizo girar un poco el rumbo de nuestra actividad. Nos centrábamos en personas que estaban empleadas y que necesitaban mejorar en tecnologías, idiomas o habilidades sociales para su empleabilidad. Pero, a partir de 2007 hemos pasado de tener 5.000 alumnos a 10.000 en ESO. Muchos habían encontrado trabajo en la construcción o el turismo sin ninguna formación”. El curso pasado 1.500 acabaron sus estudios reglados.

La tarea es ingente y el dinero escasea. En proyectos para toda España los seis millones de origen público se han reducido a dos.Y aún más en cooperación exterior. “No se dan cuenta de que la historia de un país no se cambia en 10 años sino en 40”.

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Sobre la firma

Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.

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