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La nave ‘Rosetta’ fotografía el cometa al que llegará en agosto

Son las primeras imágenes que toman las cámaras de a bordo desde que el artefacto espacial salió del estado de hibernación el pasado mes de enero.

El cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko (marcado con un recuadro) al que se dirige la nave espacial `Rosetta´, tomada por las cámaras de a bordo desde una distancia de cinco millones de kilómetros.
El cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko (marcado con un recuadro) al que se dirige la nave espacial `Rosetta´, tomada por las cámaras de a bordo desde una distancia de cinco millones de kilómetros. ESA / OSIRIS-Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA

Desde una distancia de cinco millones de kilómetros aún, la nave espacial europea Rosetta ha tomado unas imágenes del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko al que llegará el próximo mes de agosto. El cuerpo celeste, de unos cuatro kilómetros de diámetro, está demasiado lejos todavía para que se distingan en las fotos sus rasgos y se ve como un tenue punto que ocupa menos de un píxel del detector Osiris. Pero ahí está: “El ver nuestro objetivo después de diez años de viaje por el espacio produce una sensación increíble, estas primeras imágenes tomadas desde tan lejos nos demuestran que el equipo Osiris está listo para la aventura que tenemos por delante”, comenta Holger Sierks, experto del Instituto Max Planck alemán e investigador principal de las cámaras Osiris que lleva la nave espacial.

La Rosetta, una ambiciosa misión de la Agencia Europea del Espacio (ESA), partió de la Tierra en marzo de 2004 y fue puesta en hibernación en junio de 2011, con casi todos sus equipos apagados para ahorrar combustible y costes de operación durante la última fase del viaje. Se despertó, siguiendo la secuencia almacenada en su ordenador, el pasado 20 de enero. Desde entonces los científicos e ingenieros están revisando y poniendo a punto todos los equipos de la nave, un artefacto de casi tres toneladas.

Las primeras imágenes de 67P/Churyumov-Gerasimenko desde la nave se tomaron el 21 y 21 de marzo con dos cámaras del sistema Osiris (una de gran angular y otra de teleobjetivo), con exposiciones de entre 60 y 300 segundos. Los datos de las fotos tardaron 37 minutos en recorrer (a la velocidad de la luz) la distancia hasta la Tierra.

A partir de ahora, tanto Osiris como las cámaras de navegación de la Rosetta tomarán imágenes regularmente para ayudar a corregir la trayectoria de la nave hasta su encuentro con el cometa, informa la ESA. Si siguiera su rumbo actual, pasaría a unos 50.000 kilómetros del 67P/Churyumov-Gerasimenko, a una velocidad relativa de 800 metros por segundo. Pero está previsto hacer una serie de maniobras para que la Rosetta se acerque hasta 100 kilómetros del cometa, a un metro por segundo, en la primera semana de agosto. “Entre mayo y agosto, el cometa crecerá poco a poco en las cámaras de la nave hasta superar los 2.000 píxeles en el detector —equivalente a una resolución de unos dos metros por píxel—, lo que permitirá distinguir los primeros rasgos de la superficie del objeto”, añade la agencia espacial. Se podrán conocer así la rotación y la forma del núcleo del 67P/Churyumov-Gerasimenko, lo que es crucial para planificar las maniobras de la nave a su alrededor.

La Rosetta, además de sus once instrumentos científicos, lleva un módulo de descenso controlado, el Philae, que se desprenderá de la nave principal y se dirigirá a la superficie del cometa, donde se fijará clavando unos arpones. Así acompañará al cometa en su viaje hacia el Sol para ver cómo incrementa su actividad al irse acercando a la estrella.

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