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El CSIC necesita un rescate por el Gobierno de 100 millones

El Consejo Rector de la institución aborda medidas de contención del gasto a tres años vista A partir de 2013 se cancelan las nuevas contrataciones

Un científico trabaja en el laboratorio de física del CSIC.
Un científico trabaja en el laboratorio de física del CSIC.LUIS SEVILLANO

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con un recorte presupuestario acumulado del 30% en cuatro años, toca fondo económicamente. Hacen falta 147 millones de euros para mantenerlo en pleno funcionamiento el año que viene, de los que 50 pueden obtenerse con un plan de austeridad, pero otros 100 tienen que venir del Ministerio de Economía y Competitividad (Mineco). El déficit, estimado en 173 millones a principios de este año, se ha reducido gracias a medidas de ahorro y austeridad, pero no es suficiente ni de lejos. El presidente de la institución, Emilio Lora Tamayo, prepara un plan de austeridad, un paquete de medidas que incluye la congelación total de contratación de personal en los próximos años, pero manteniendo los compromisos adquiridos hasta ahora, incluidos un centenar de doctores cuyos contratos se aprobaron en diciembre del año pasado. “Necesitamos apoyo por parte del ministerio”, afirma.

El déficit estimado a principios de este año alcanza los 173 millones

“Esta situación arranca de hace unos años, y ya se han acumulado unos 500 millones que se han dejado de percibir”, explicó ayer Lora Tamayo a EL PAÍS. Las reducciones presupuestarias (un 30% acumulado desde 2009) “no han ido acompañadas de una reducción equivalente de gastos y el desequilibrio entre gastos e ingresos se ha cubierto hasta ahora con remanentes de tesorería, pero la bolsa ha ido disminuyendo”, aclaró Lora Tamayo. “Ya en 2010, el anterior presidente del CSIC, Rafael Rodrigo, avisó en el Parlamento de que el consejo ‘tenía fuelle’ para un año más. Y sin embargo, se ha aguantado hasta ahora, aunque la situación está tan adelgazada que para cubrir 2013 se necesitan 147 millones de euros”, añade.

El Consejo Rector del mayor organismo de investigación en España abordó ayer las medidas propuestas por Lora Tamayo en el plan de austeridad. Se trata de reducir gastos en los próximos tres años, que serán más sobrios, y, paralelamente, aumentar los ingresos. Todo para que este organismo, precisó su presidente, esté en 2015 “en situación de sostenibilidad”.

Parte de las medidas se están aplicando ya este año, como la de racionalización del gasto. A partir del que viene, además, se cancela toda la nueva contratación en el CSIC. Para aumentar los ingresos se cuenta con “la venta de capacidades” del organismo, es decir, el desarrollo de proyectos científicos para los que se obtiene financiación nacional o internacional, así como el incremento de la venta de royalties y patentes. Pero no es suficiente. “Necesitamos el apoyo del ministerio: para el año que viene, podemos lograr 50 millones con las medidas de austeridad; por lo tanto, faltan otros 100”, destacó Lora Tamayo. El presidente del CSIC aseguró que para el Mineco es prioritario garantizar la viabilidad del CSIC, y cuenta con el apoyo a las medidas de austeridad.

El presupuesto de este organismo —para el que trabajan 14.000 personas— ha pasado de 836 millones de euros, en 2009, a 665 este año; y aún se recorta más para 2013: 599 millones.

Lora Tamayo aspira a estar en 2015 “en situación de sostenibilidad”

Lora Tamayo mantendrá hoy una reunión con los directores de institutos del CSIC para exponerles la situación. Para conocerla a fondo, Lora Tamayo pidió al Mineco el pasado febrero la realización de un informe sobre el organismo. El resultado es un documento de poco más de 80 páginas, superficial en unos puntos y desenfocado en otros, al incluir, por ejemplo, análisis y sugerencias de funcionamiento del Plan Nacional y su sistema de evaluación, que no depende del CSIC, y que es la referencia para todo el sistema de I+D español. Con sus más de 130 institutos y centros, el CSIC engloba una gran variedad de situaciones. Unos centros son evaluados sistemáticamente y a fondo —incluso por comisiones internacionales— cada pocos años, por lo que se conocen muy bien sus resultados y nivel científico. Otros, no tanto. El informe solo se refiere a dos centros (el Instituto de Ciencias Agrarias y el Instituto de Agrobiotecnología) y reconoce que “han mostrado cumplimiento de los indicadores establecidos, que se refieren a publicaciones, o consecución de ayudas, pero no a objetivos estratégicos, de la organización y, en ningún caso, en relación con los costes estimados para su consecución”.

El documento del Ministerio da una recomendación muy concreta al CSIC: “Que realice una presupuestación ajustada a la realidad, de modo que los gastos corrientes se financien cada vez en mayor porcentaje por ingresos propios, disminuyendo la apelación a subvenciones estatales y destinando las ayudas para investigación a su finalidad”. En cuanto a organización, se recomienda reducir la estructura burocrática, que ha aumentado desde que el CSIC se constituyó como agencia estatal en 2007; y de nuevo se recalca el objetivo de “reducir su dependencia excesiva de las subvenciones estatales”.

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