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Un periodista británico hará tres años de trabajo social por retuitear una calumnia

George Monbiot, de 'The Guardian' llamó pederasta a un político conservador que era inocente

El periodista George Monbiot.
El periodista George Monbiot.Alicia Canter (The Guardian)

El columnista del diario británico The Guardian George Monbiot tendrá que realizar tres años de trabajo social como castigo por haber difamado en su cuenta de Twitter al político conservador Lord McAlpine, con lo que contribuyó a la expansión de los rumores que lo acusaban de pederastia.

Monbiot es el último sancionado de los miles de internautas a los que persiguió McAlpine por difundir mensajes falsos y, según el periódico en el que escribe, se disculpó por ello repetidas veces por sus "estúpidos tuits" del 2 de noviembre de 2012 y ha declarado que llevaría a cabo trabajos caritativos por valor de 25.000 libras –unos 28.500 euros–.

El abogado de McAlpine, Adrew Reid, propuso la pena para darle la "oportunidad de compensación" por el mal que ha hecho. La entidad más castigada es la corporación pública de televisión BBC, que indemnizará al exasesor de Margaret Thatcher con 185.000 libras (230.000 euros) por difundir un documental que no lo identificaba, pero las redes sociales relacionaron en seguida con McAlpine, y que provocó la dimisión del director de la cadena, George Entwistle, una semana después.

"Acepto la propuesta inmediatamente y sin reservas. Me parece que la declaración refleja muy bien a Lord McAlpine, que no busca una recompensa para él, sino que quiere ver cómo el trabajo se hace en beneficio de otros", ha declarado Monbiot en un comunicado.

"Estoy trabajando para encontrar tres asociacioones caritativas para las que pueda ser útil y con las que pueda mantener una buena relación, poniendo énfasis en grupos que ayuden a las personas sin recursos, que hayan sufrido abusos o niños indigentes, grupos que ayuden a los niños a recuperar la conexión con la naturaleza y asociaciones que trabajen para restaurar ecosistemas dañados. También estoy investigando maneras creativas e interesantes para generar valor y ganar fondos para ellos", ha añadido el columnista y activista medioambiental, que tenía más de 55.000 seguidores en Twitter cuando difundió el mensaje.

El representante legal de McAlpine, que considera el caso como un "ejemplo del peligro del mal uso de internet", tiene abiertas otras causas por el mismo escándalo, entre otros, contra Sally Bercow, la esposa del portavoz del Partido Conservador en la Cámara de los Comunes, John Bercow.

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